viernes, 8 de junio de 2018

La hora del cuento.


LA HORA DEL CUENTO.


LECTURA DEL LIBRO “EL MONSTRUO DE LOS COLORES


Una actividad que tuvimos que realizar en el aula fue un trabajo cooperativo en grupos de tres personas en las cuales cada uno tenía una función. En mi grupo éramos Sara, Blanca y yo. Sara se encargó de la lectura de un libro, Blanca se encargó de hacer la función de cuentacuentos y en mi caso, la de leer un libro con ilustraciones.
Escogí el libro del monstruo de los colores ya que es un libro infantil bastante conocido, con el cual los niños disfrutan muchísimo y que a mí personalmente me encanta. Mi rol era la de leer un cuento con ilustraciones y por ello también escogí este libro ya que sus ilustraciones son perfectas. No están sobrecargadas de información y se ciñen a lo que nos está contando el cuento. Me gusta mucho como juegan con los colores en el monstruo, el cual dibujado queda como un monstruo al cual no le coges miedo, si no cariño.
 Lo leí como si fuese para un aula con alumnos de 4 años, ya que son a estas edades cuando se trabajan más en profundidad las emociones, y también porque se pueden realizar varias actividades en el aula trabajando las emociones a raíz de este libro.
He de confesar que no me costó mucho leer este libro a mis compañeras como si estuviera en un aula de infantil, ya que tengo mucha experiencia a raíz de leerles a mis primos pequeños. La primera ronda de lectura me falló un poco la entonación y puede que lo leyese un poco deprisa. Esto yo creo que se debió a esa ridícula sensación de vergüenza que se tiene al principio cuando les lees a los adultos como si en verdad fuesen niños pequeños. 
Nos dio tiempo a leerles a tres grupos diferentes de clase. Una vez que me fui soltando y mi grupo anterior me dio el feedback, no tuve ningún problema en hacerlo bien. Las preguntas y las exclamaciones las exageraba un poco para captar la atención de los oyentes. Intentaba en la medida de lo posible mantener mucho contacto visual ya que de esta manera los oyentes pueden fijarse en tus expresiones ya que el tener expresiones como por ejemplo de sorpresa, de susto, de tristeza…Hace que los niños puedan ser más conscientes de lo que está ocurriendo y se sientan más identificado con las emociones que están ocurriendo. Sobre todo en este libro, que trata las diferentes emociones a las cuales les podemos poner cara.  
Al tercer grupo que les leí el cuento, recuerdo que me dijeron que lo que más les había divertido de mi lectura eran mis facciones del rostro a la hora de expresar las emociones (cosa que apenas había hecho en mi primera lectura.)
Otra cosa que empleé mucho y que se debe hacer cuando se le lee un cuento a los niños es hacer preguntas antes, durante y después de la historia. De esta manera los niños también se sienten partícipes de la historia y es una buena manera de mantener su interés en el libro. Por ejemplo en mi caso empleé preguntas como por ejemplo; ¿qué color tiene para vosotros la felicidad? ¿Alguna vez os habéis sentido confusos como nuestro amigo el monstruo? ¿Cómo pensáis que va a acabar esta historia?
En general fue una actividad con la cual disfruté mucho, y opino que es una actividad que debería practicar todo docente ya que en Educación Infantil contar historias y leer libros está a la orden del día y es uno de los recursos más empleados en el aula a la hora de aprender. No es tarea fácil ya que en ella juegan diversos elementos que juntos forman la armonía que supone contar un cuento como por ejemplo la expresividad, los gestos, el tono pausado y la entonación.








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